04 diciembre 2008

Los fantasmas de Edimburgo - Eloy M. Cebrián

(Reproducción de la entrada exacta que con anterioridad publiqué en el blog De libros, Cine, Música)

Título: Los fantasmas de Edimburgo
Autor: Eloy M. Cebrián
Editorial: El tercer nombre
Género: Narrativa
Año de publicación: 2008
477 págs.

Novela finalista en 2007 de los premios Fernando Lara y Herralde

Sinopsis:

Al profesor Luis Miguel Ortiz, protagonista de esta historia, no le van bien las cosas. O al menos no le suceden cosas normales desde el día en que un perro callejero eligió su aula para vaciar su estómago y, poco después, fue sorprendido en su despacho en medio de una situación comprometida.

A partir de ahí su vida, expuesta sin pudor, cobra la forma de un descenso a los infiernos, con parada en la fantasmal ciudad de Edimburgo, donde tendrá lugar el encuentro con El Ladillas, agente de su destrucción, y conocerá el lado más oscuro de la existencia en el transcurso de un alucinante y alucinado verano.

Zigzagueante, divertida, obscena, hilarante, meticulosamente incorrecta, Los fantasmas de Edimburgo constituye un festín de situaciones desaforadas e imprevistas, una bofetada en el rostro de los bienpensantes y un ejercicio de maestría narrativa, que provoca por igual la carcajada y la reflexión, el asombro y el escándalo, pero nunca la indiferencia del lector.


De lo mejor que ha caído en mis manos en bastante tiempo. Eloy M. Cebrián es un magnífico narrador y crea en este libro dos personajes de los que ya no se hacen. El narrador de la historia y a la vez principal protagonista de la misma, Luis Miguel Ortiz es un brillante y prometedor profesor de Literatura Norteamericana, esposo modélico y padre ejemplar, lameculos profesional, trepa, homófobo, xenófobo, capaz de pasar por encima de quien sea con tal de conseguir lo que se propone -incluso de su madre- pero a la vez irónico y mordaz. Ben El Ladillas es un magnífico personaje secundario en esta historia, pero fácilmente se puede escribir otro libro e incluso una serie con todo lo que este tipejo tiene montado en Edimburgo.

Cebrián no deja títere con cabeza y ya sea implícitamente o explícitamente tiene para todos, los chanchullos en las universidades, los favores políticos, la hipocresia de la sociedad, etc., etc.

El libro está dividido en tres partes, en las dos primeras nos describe como ha sido la vida de Luis M. Ortiz desde su infancia hasta que llega a ser profesor de Literatura en una universidad. En la tercera parte nos habla de lo que le aconteció en su viaje a Edimburgo.

Este libro es diferente a todo (o casi todo) a lo que hayan leído. Si ustedes no tienen ningún reparo en que en una obra literaria se utilice un lenguaje un tanto obsceno, si son de los que no se escandalizan ante situaciones poco o nada convencionales, cuando lean este libró pensarán que habrá merecido la pena, que han descubierto a un muy buen escritor y a un gran personaje.

Como parte negativa reconozco que no se lo recomendaría a cualquiera, es más, solamente se lo recomendaría a un determinado tipo de lector, aquellos que no tengan prejuicios, son muy pocos los lectores que están preparados para leer un libro como este y es una verdadera lástima porque no saben lo que se pierden.

El propio autor nos anticipa con una cita del doctor House lo que nos vamos a encontrar en este libro: "Las buenas historias son siempre guarras". Y efectivamente, la historia que nos cuenta en este libro es guarra pero absolutamente genial

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