03 noviembre 2010

Los velatorios salen de las casas

Con motivo de la celebración del día de los difuntos, en el diario La Verdad de Albacete, se publicó una interesante noticia referente a los tanatorios de la provincia, donde se menciona también nuestro municipio.

La cultura del tanatorio se extiende; muchos pueblos los están construyendo con el Plan E
01.11.10 - 01:00 - MAITE MARTÍNEZ BLANCO mtmartinezblanco@gmail.com ALBACETE.
No es que morirse esté de moda, pero en lo que rodea a la muerte sí que hay modas. Más bien costumbres, que con los tiempos son cambiantes.

La muerte está abandonando lo doméstico, cada vez más. Morirse en el hospital es ahora frecuente y de ahí el difunto muchas veces ya nunca regresa a casa, sino que el velatorio se hace en los modernos tanatorios, dotados de cómodos servicios.
«Es una opción libre, pero cada vez se demanda más, por comodidad de las familias», apunta el responsable de una funeraria quien, acostumbrado a la trivializar la muerte, explica «es algo que va con la evolución de la sociedad, igual que los cumpleaños de los niños se celebran fuera de casa, también se sale fuera para velar al difunto».
Estas despedidas al ser querido en edificios funerarios construidos a medida, son lo habitual en la capital y en los municipios de mayor población, que ya hace tiempo tienen tanatorios y velatorios.
Pero en los pueblos de la provincia, sobre todo en los que no tienen este servicio cerca, la costumbre todavía es dejar transcurrir esas 24 horas desde la muerte hasta la sepultura en su casa.
Esas escenas como las retratadas por Almodóvar en 'Volver' con el velatorio de tía Paula, donde los vecinos se reúnen en casa del fallecido, sentados alrededor del cuerpo para darle la última despedida, antes del desfile del coche fúnebre hacia el cementerio, siguen siendo propias de muchos de los pueblos albaceteños. Hay todavía quienes no quieren que su ser querido muera fuera de su cama y apremian a sacarlo del hospital cuando ven que se acerca el último adiós.
Aunque esto parece que empieza a cambiar.
Los 'funeral home' copiados de la cultura americana, y que en España están más arraigados que en otros países europeos, como Francia, empiezan a calar también en el mundo rural. Muchos alcaldes, apremiados por los vecinos que les venían demandando este servicio, han ido dando pasos estos años y son ya varios los pueblos que cuentan con tanatorios o velatorios.
Aunque el verdadero empuje a la construcción de edificios funerarios por toda la provincia se lo ha dado, sin proponérselo, el Plan E, una decena de ayuntamientos de la provincia han aprovechado este dinero 'extra' que no esperaban para construir edificios funerarios. Igual que han hecho otros casi 200 localidades de toda España.
En Barrax, por ejemplo, tan sólo les falta la conexión eléctrica para abrir el nuevo recinto de sepelios. La cercanía de este municipio a la capital ha propiciado que en los últimos años la mayoría de los duelos se trasladen al tanatorio de Albacete y que los velatorios en las casas se hagan ya sólo en «raras ocasiones». Ante la «incomodidad» que suponía tener que desplazarse a la capital, el Ayuntamiento se decidió a emprender la construcción de un tanatorio dotado con 2 salas para velar y una capilla, «queríamos que fuese espacioso y acogedor y que los vecinos estuviesen lo más a gusto posible a la hora de acompañar a su ser querido», explica Josefina Navarrete, la alcaldesa, que ha invertido unos 450.000 euros en este servicio que gestionará una funeraria.
Algo parecido ha pasado en Valdeganga, «las costumbres han cambiado y el 95% de la gente se va a Albacete cuando fallece un familiar», dice su alcalde, Fermín Gómez, que ha construido con unos 140.000 euros del Plan E, un tanatorio en el camino del cementerio.
En Montealegre del Castillo la situación era parecida, pues aunque sigue habiendo velatorios en las casas, cada vez más familias recurren al cercano tanatorio de Almansa. «Llevan mucho tiempo pidiéndonoslo y ahora lo vamos a hacer con 150.000 euros que nos han venido del plan E», detalló su alcalde Sinforiano Montes, que quiere que esté en servicio en los primeros meses del 2011.
En Villamalea, también han pensado que éste sería una servicio «útil» para sus vecinos, sobre todo porque no hay ningún tanatorio en servicio cercano, el más próximo es el de la capital. «En ocasiones los vecinos nos los han demandado», dice su concejal de Urbanismo, Ventura Martínez, así que con unos 120.000 euros del fondo estatal construirán un edificio nuevo también cerca de su cementerio.
Carcelén también ha tirado de este fondo para reparar con 6.000 euros la cubierta de un edificio destinado a este fin, igual que Balazote transformará parte de un antiguo almacén de cereales en un tanatorio. En esta cercana localidad a la capital, «la tradición era velar a los difuntos en casa», admite su alcalde, Juan Antonio Cifuentes, «pero cada vez se hace más necesario un velatorio, porque en el pueblo ya hay pisos donde no siempre es fácil meter un ataúd y recibir a la gente», de ahí que se hayan decidido a invertir 166.000 euros en este servicio disponible en breve.
En Molinicos se transformará una antigua casa del médico en tanatorio, para dar servicio a los vecinos del pueblo y también a emigrantes que desean ser enterrados en su pueblo natal y que, al no disponer de casa, no pueden hacer el velatorio en condiciones, «a veces el coche fúnebre permanece durante horas en la plaza frente a la iglesia», reza el proyecto de la obra.
En la comarca de la Sierra, otro pueblo, Nerpio, ha tirado de fondos del Plan E para construir un velatorio en la zona del antiguo cementerio, donde se están invirtiendo 159.000 euros. Igual que Bonete donde se han invertido 80.000 euros y hasta en la pequeña localidad de La Recueja se gastarán 14.000 euros en un edificio funerario.
Otras localidades no han esperado al Plan E y sus ayuntamientos han tirado de donde han podido para conseguir fondos y construir velatorios. Cenizate lo tiene terminado hace tiempo aunque hasta la fecha no ha acogido ningún velatorio, en Munera hace ya varios años que empezó a funcionar y los vecinos lo han acogido muy bien, «casi nadie hace ya los velatorios en sus casas», dice su alcalde.
En otras localidades, como El Bonillo, costó bastante tiempo hasta que empezó a utilizarse, aunque una vez realizado el primer duelo, empezó a ser más aceptado. Y es que velatorios y tanatorios no siempre son bien recibidos por los vecinos y en ocasiones cuesta que la familia de un difunto se atreva a dar el paso, sobre todo, cuando se trata de 'estrenar' un edificio.
«Hace 10 años no hubiese tenido sentido construir nada», admite la alcaldesa de Alpera, Catalina Rubio, lo habitual era morir en casa y el difunto seguía rodeado de los suyos en el hogar hasta el último momento. Esta cultura funeraria «ha cambiado» y también en Alpera los vecinos «nos reclaman con insistencia» poder llevar a sus difuntos a un velatorio, «cada uno tiene sus razones, quizás no conservar en el recuerdo la casa con la persona muerta». El caso es que viendo que los alperinos empezaba a irse a los tanatorios de Almansa, que sólo les quedan a 22 kilómetros, su ayuntamiento optó por construir un tanatorio con subvenciones de la Junta de Comunidades, «queremos empezarlo en este año y que esté terminado para marzo o abril», apuntó la regidora local.
Pozohondo está en una situación parecida, en breve empezará a construir un velatorio. Su teniente de alcalde, Amparo Núñez, atribuye a los jóvenes el cambio en las costumbres funerarias, «al morirse sus padres, empiezan a demandar un sitio donde hacer el velatorio, y es por ahí donde empieza a cambiar».
Otros muchos ayuntamientos, como Casas Ibáñez, lo tienen en cartera a la espera de obtener fondos. Hay municipios como Pozo Cañada cuyos ayuntamientos han optado por convocar un concurso para que sea una empresa funeraria la que construya y explote durante 50 años el tanatorio municipal
OJO A ESTOS DATOS

1993
El primer tanatorio en funcionar fue el de la capital. Entró en servicio en 1993 y desde entonces se ha tenido que ampliar en dos ocasiones. Al año acoge más de un millar de velatorios.
16
Municipios de la provincia están construyendo, o tienen ya terminados listos para poner en servicio, velatorios o tanatorios.
EDIFICIOS FUNERARIOS

Tanatorios o velatorios en servicio, Albacete, Almansa (2 tanatorios), Villarrobledo (2 tanatorios), Caudete (2 velatorios), Hellín, La Roda, El Bonillo, Munera, Fuenteálamo y Minaya.
En construcción o construidos a la espera de entrar en servicio, Alpera, Barrax, Molinicos, Nerpio, Valdeganga, Montealegre del Castillo, Cenizate, Monteleagre del Castillo, Balazote, Bonete, Carcelén, Villamalea, Cenizate, La Recueja, Pozohondo y Pozo C
añada.

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